La Cruz Roja de Motril va a poner a disposición de las personas con movilidad reducida sillas anfibias para que puedan disfrutar del agua del Mediterráneo durante julio y agosto.
El objetivo es la integración de las personas que sufren con algún tipo de discapacidad. Ayer por ejemplo pudieron disfrutar del mar la residencia de San Luís de Motril y once de ellos decidieron bañarse. Había algunos que jamás se habían sumergido en el mar y otros que llevaban alrededor de más de 10 años sin bañarse.
Jesús Molina de 82 años afirmó que había sido una experiencia maravillosa y “Si los antiguos abrieran los ojos y vieran todos estos adelantos no se lo podrían creer", argumenta el pensionista con lágrimas en sus ojos causadas por su primer contacto con el mar desde hace tanto tiempo que ni lo recuerda. "Vendré todos los días que pueda."
Otra residente que no recuerda su edad y tampoco asume su poca movilidad, le encanta hablar de lo bien que sabe nadar y de los momentos que solía pasar con su hija en la playa. “Nos gustaba venir de noche, cuando había muy poca gente y el agua estaba caliente. Mi hija murió y ya no me dejan bañarme sola".
Cuentan con voluntarios, un socorrista acuático, una trabajadora social, y en caso de tener que ir a recoger al usuario en su domicilio, un transporte adaptado con los recursos imprescindibles para poder llevar a cabo esta actividad. Cada bañista que se beneficia de una silla anfibia está bajo la responsabilidad de un mínimo de tres personas.
Fuente de información: Famma.org
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