El proyecto ve la luz tras 15 años de trabajo
El portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha anunciado la firma de un convenio de colaboración entre el Instituto Madrileño de Desarrollo (Imade) y la Fundación General de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) para destinar en 2009 un importe de 350.000 euros con el fin de desarrollar un proyecto denominado "Visión Táctil".
El objetivo de esta iniciativa es el estudio de un determinado tipo de actividad neuronal que permitirá a las personas ciegas poder llegar a leer textos impresos y reconocer el entorno estático mediante estimulación táctil sin cirugía.
Las actuaciones objeto de financiación consisten en comprobar una estimulación simultánea en las dos manos para verificar si hay o no reforzamiento de la estimulación en la zona visual, así como la mejora en la velocidad de aprendizaje. También se comprobará la estimulación en otras áreas del cuerpo, especialmente el abdomen, lo que requerirá una adaptación del estimulador.
Para el desarrollo de estas actuaciones serán necesarias dos microcámaras, montadas sobre un soporte, que puede ser similar a lo que serían unas gafas, lo que se denomina receptor visual; dos estimuladores; un sistema de procesado de las señales de vídeo para mandarlas al estimulador; un sistema de procesamiento de imágenes (software) que permita analizar los datos de las ondas cerebrales, y un sistema de pedales que reemplace el teclado como mecanismo de señalización de estímulos en las sesiones de control.
En el prototipo están colaborando la Universidad de Stanford, en la elaboración del elastómero en el que se alojan los sensores, y la empresa Vitac, S.L., en el control electrónico de los sensores.
Según el Gobierno autonómico, el desarrollo de esta tecnología innovadora y soportada por principios científicos descansa en dos factores fundamentales: en primer lugar en la existencia en el cerebro humano de áreas diseñadas genéticamente para desarrollar funciones concretas (como por ejemplo el lóbulo occipital para la visión) y, en segundo término, en la gran capacidad de creación de nuevas conexiones neuronales entre diferentes áreas del cerebro y de generación de nuevas neuronas que tiene el cerebro humano, utilizándose los receptores táctiles para alcanzar estas áreas.
Según el Gobierno autonómico, el desarrollo de esta tecnología innovadora y soportada por principios científicos descansa en dos factores fundamentales: en primer lugar en la existencia en el cerebro humano de áreas diseñadas genéticamente para desarrollar funciones concretas (como por ejemplo el lóbulo occipital para la visión) y, en segundo término, en la gran capacidad de creación de nuevas conexiones neuronales entre diferentes áreas del cerebro y de generación de nuevas neuronas que tiene el cerebro humano, utilizándose los receptores táctiles para alcanzar estas áreas.
15 AÑOS DE INVESTIGACIÓN
Este proyecto de investigación está dirigido por el profesor Tomás Ortiz, catedrático y director del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, que tras 15 años de investigación está trabajando en la construcción del prototipo. Esta tecnología permitirá a las personas ciegas desarrollar una nueva conexión neuronal entre las áreas cerebrales de percepción táctil y las de percepción de imágenes, de manera que la sensación táctil se transforma en una sensación visual.
González explicó que se trata de una iniciativa de carácter innovador y de impulso a la I+D+i, que promoverá la transferencia de conocimientos entre la Universidad y las empresas, así como la atracción de proyectos innovadores, al promover el desarrollo económico de base tecnológica en la región madrileña y la generación de puestos de trabajo cualificados. Señaló, asimismo, que el Gobierno regional viene impulsando, como una de sus principales políticas de gobierno, el desarrollo de medidas de apoyo a la innovación tecnológica, en su doble vertiente de fomento del desarrollo económico y de especialización en productos de alto contenido tecnológico.
Según González, dichas actuaciones confluyen en este caso con el interés público y social del proyecto, por su carácter innovador y la aplicación práctica de las investigaciones y por su apoyo directo a las personas ciegas o con discapacidad visual grave. Destacó que "lo extraordinario del producto es que es fácil de usar en la vida de cualquier persona invidente" e indicó que esta tecnología existe en otras partes del mundo, pero nadie ha conseguido hacerla viable para el uso cotidiano y asequible en precio.
Así, por ejemplo, en el MOMA de Nueva York hay una silla en la que los ciegos se pueden sentar, y a través de una tecnología táctil instalada en el respaldo pueden distinguir las obras de arte, pero, sin embargo, su uso todavía no ha sido aplicado a la vida cotidiana.
En una primera fase, una vez preparado para su fabricación, el nuevo producto podría comercializarse a unas 60.000 personas. Además, se están estudiando otras posibles aplicaciones en seguridad, transporte, videojuegos, etcétera.
Fuente de información: Solidaridad Digital
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