Hacer accesibles las páginas web a personas con discapacidad aumenta el número de visitas, mejora la posición en los buscadores, facilita la navegación y reduce el coste de mantenimiento, según un estudio realizado por investigadoras de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M).
Cada vez aumenta más el número de páginas web que incluyen recursos multimedia, pero son pocos los casos en los que se cumplen los criterios de accesibilidad que marcan los estándares para los contenidos en la Web, como las normas WCAG 1.0 y WCAG 2.0 en lo relativo a los contenidos multimedia, según las profesoras de la UC3M Lourdes Moreno, Paloma Martínez y Belén Ruiz, que han publicado recientemente el artículo “Disability Standards for Multimedia on the Web” en la revista IEEE Multimedia Special Issue on Accessibility, en el que describen las pautas que hay que considerar para la inclusión de recursos multimedia accesibles en la Web.
Estas investigadoras de la accesibilidad web trabajan en la definición de un soporte metodológico desde el punto de vista de la Ingeniería, proporcionando recomendaciones sobre cómo diseñar y desarrollar una aplicación web accesible. “A grandes líneas habría que conseguir una cadena de requisitos de accesibilidad como incluir contenidos alternativos al recurso multimedia (subtitulado, audiodescripción…), universalizar los formatos lo más posible y que todos estos contenidos se incluyan en la Web siguiendo los estándares”, explica Lourdes Moreno, que también forma parte junto a las otras autoras del estudio del Centro Español de Subtitulado y Audiodescripción (CESyA), un centro cuyo proyecto multidisciplinar consiste en favorecer la accesibilidad en el entorno de los medios audiovisuales, a través de los servicios de subtitulado y audiodescripción.
Más navegables y baratos
Los sitios web accesibles son más fácilmente navegables, según las investigadoras, porque se puede acceder a ellos a través de una diversidad de dispositivos y no sólo desde el tradicional navegador de sobremesa o portátil. La accesibilidad web, además, sigue principios de diseño separando estructura, presentación y contenido, lo que hace que estos sitios sean más consistentes y que sea fácil administrar su contenido, lo que reduce los costes de mantenimiento, porque se convierten en aplicaciones escalables con facilidad para los rediseños y las ampliaciones de contenidos, por ejemplo.
Otra ventaja que presentan las webs accesibles es que suelen ocupar una buena posición en los buscadores de Internet porque incorporan semántica en el código fuente de la página web que puede ser interpretada por las máquinas. “Está semántica que se incluye al seguir las pautas de accesibilidad coincide con la que los algoritmos de los buscadores como Google utilizan para situar en los mejores puestos - aclara Paloma Martínez – lo que se traduce en un mayor número de visitas, además de cumplir la normativa en los casos marcados por la ley y no discriminar a ningún colectivo sensible de ser excluido en la sociedad de la información”, concluye.
A todo lo anterior habría que añadir, comentan las investigadoras, que el usuario debe estar involucrado en todo el proceso de diseño de la aplicación. “No hay que quedarse sólo con las pautas de las WCAG, porque es importante llegar hasta el final de la cadena de la accesibilidad y servir los contenidos de manera universal atendiendo a las necesidades de todos los usuarios”, añade la profesora Moreno. Las principales complicaciones que se encuentran en este ámbito, comentan las científicas, es el avance tan rápido de las tecnologías, que a menudo se crean sin tener en mente la accesibilidad y al usuario. Otra causa es el no seguimiento de estándares, que provoca barreras de accesibilidad que no sólo afectan a la personas con discapacidad. En el ámbito multimedia, por ejemplo, aparecen continuamente nuevos formatos y recursos compatibles sólo con algunas tecnologías, lo que provoca barreras de accesibilidad a todos los usuarios, al margen de la discapacidad, como ocurre cuando intentamos acceder a un vídeo y resulta imposible porque el reproductor de nuestro PC no está preparado para ese formato.
¿Qué soluciones se podrían adoptar entonces para mejorar la accesibilidad? Lo primero que habría que hacer, insisten estas expertas en el tema, sería querer hacerlo y tener siempre en mente a la accesibilidad y al usuario. Además, añaden, habría que proporcionar más formación, incluyendo la materia y el diseño universal en los currículos formativos, porque hay mucho desconocimiento en accesibilidad por parte de todos los que formamos la Sociedad de la Información.
Más información en el libro: Accesibilidad a los contenidos audiovisuales en la Web: Una panorámica sobre legislación, tecnologías, y estándares (WCAG 1.0 y WCAG 2.0). Autores: Lourdes Moreno, Belén Ruiz, Paloma Martínez, Juan Manuel Carrero y Juan Ramón Martínez. Editado por el Real Patronato sobre Discapacidad. Diciembre, 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario