Imagínese un mundo en el que existieran mayordomos robóticos que estarían 24 horas a su disposición, responderían sin rechistar a cada orden que recibieran y podrían satisfacer de inmediato cada uno de sus caprichos.
Hasta ahora, eso sólo se ha visto en películas de ciencia ficción, pero un equipo de investigadores de la Universidad de Brown, en Estados Unidos, ha dado un paso adelante para convertir la fantasía en realidad. Estos científicos han logrado desarrollar el prototipo de un robot capaz de recibir órdenes no verbales recibidas de una persona que se encuentre en diferentes ambientes, tanto de interior como exterior, y sin necesidad de ajustes por la diferente iluminación.
"Hemos creado un nuevo sistema donde el robot te seguirá a una distancia precisa, donde no se necesita vestir una ropa especial, ni estar en un entorno especial, ni mirar hacia atrás para que te siga", explica Chad Jenkins, profesor de Computación en la Universidad de Brown y responsable del proyecto.
Jenkins acaba de presentar su nuevo prototipo en la conferencia de Interacción Robot-Humano que se celebra esta semana en San Diego (California). En pruebas, estudiantes que han participado en el proyecto han logrado con éxito que el robot responda a órdenes gestuales como 'sígueme', 'detente' o 'espera'.
Durante esas pruebas, los estudiantes daban la espalda al robot, girando en esquinas y estrechos pasillos o caminando por el aparcamiento exterior. En todos los casos, el robot les seguía de forma solícita, manteniendo una distancia aproximada de un metro, e incluso retrocedía si el estudiante se daba la vuelta o se le acercaba.
Además, el robot está diseñado para entrar en modo 'stand by' cuando su instructor desaparece y, cuando éste vuelve, basta una orden verbal para que se reactive. Básicamente, los avances logrados consisten en dotar al robot de capacidad de reconocimiento visual, y de un programa que le permite discernir la silueta humana de otros objetos y de interpretar los gestos recibidos de esa silueta.
Fuente de información: El Mundo.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario