En Europa se está desarrollando una interfaz que permitirá controlar nuestros hogares utilizando solo el poder de nuestra mentes, convirtiendo en obsoletas las tecnologías domóticas actuales. El dispositivo es capaz de “leer” nuestro cerebro y, en base a esa información, emitir ordenes a la casa, que las interpreta y ejecuta. Presentada por primera vez en la pasada feria CeBIT de Hannover, promete mejorar la autonomía de las personas que tienen alguna una discapacidad física.
Una tecnología de interfaz cerebro-ordenador (BCI, por Brain Computer Interface) que actualmente se desarrolla en Europa promete revolucionar la domótica, permitiendo a los usuarios realizar tareas cotidianas utilizando sólo su pensamiento. Los especialistas creen que esta interfaz será la base sobre la que se construirán casas verdaderamente inteligentes, capaces de ser controladas por la mente de sus habitantes. Si tienen éxito -y todos los ensayos preliminares parecen indicar que así será- tareas comunes, como apagar o encender la luz, abrir una puerta o cambiar el canal del televisor utilizando nuestras manos, podrían convertirse en algo obsoleto. El Proyecto Presenccia -tal el nombre que ha recibido- tiene múltiples aplicaciones, entre las que se destaca la ayuda que podría proporcionar a las personas que poseen algún tipo de discapacidad motora.
Detrás de este invento se encuentra la compañía de ingeniería médica austriaca g.tec, cuyo director ejecutivo -Christoph Guger- asegura que BCI permitirá a los usuarios controlar la iluminación, comunicaciones y puntos de acceso del hogar “con sólo pensarlo”. g.tec no está sola en este proyecto: un conjunto de universidades e institutos de investigación pertenecientes a la UE también participan del proyecto Presenccia. La Universidad Politécnica de Cataluña y la Universidad Pompeu Fabra se encuentran dentro de este grupo.
En la etapa actual, el proyecto Presenccia está utilizando la tecnología BCI dentro de entornos virtuales. A modo de prueba, se ha creado una “casa inteligente” virtual pero completamente funcional. Guger dice que “esta casa tiene una cocina, un baño, una sala de estar y todos los elementos que encontramos en un hogar convencional. Los usuarios pueden moverse por ella sólo pensando a dónde quieren ir”. Cuando se implemente el sistema en un hogar real, BCI tendrá el control de los dispositivos electrónicos encargados de manejar la casa.
El sistema basa su funcionamiento en el registro de la actividad eléctrica que genera el pensamiento en diferentes regiones del cerebro. Estas señales son recogidas por un electroencefalógrafo mediante una serie de electrodos que se colocan sobre el cuero cabelludo. Luego de un periodo de entrenamiento, BCI puede identificar diversos patrones de actividad neuronal asociados a tareas como caminar, encender una luz o encender la TV. Una vez superada la etapa de “aprendizaje” del dispositivo, el pensamiento de los usuarios controla la casa. Según Guger, el uso del sistema “puede ser aprendido por cualquier persona en tan sólo cinco minutos.”
Una vez terminada la etapa de prueba sobre entornos virtuales, BCI controlará un hogar inteligente real, en el marco del proyecto SM4all (Smart Homes For All, o Casas Inteligentes Para Todos). Este sistema de control será, sin dudas, un gran paso adelante en el terreno de la domótica.
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Fuente de información: Neoteo.com
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